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Así lo atestiguan los vestigios romanos y árabes encontrados en el entorno , que demuestran el interés de estos pueblos por el uso de las aguas termales.


Un poco de historia

En 1495, las Ordenanzas de la Reina Isabel mencionan tanto los baños como su uso medicinal.

Hay constancia centenaria de que los médicos del Hospital Real de Guadix utilizaban las aguas mineromedicinales para tratar a sus pacientes distintas patologías. En el S. XVIII el prestigioso doctor jienense Juan de Dios Ayuda firma un tratado en el que describe los efectos terapéuticos de las aguas del manantial. Es uno de los primeros tratados modernos sobre las aguas termales.

En 1869 sus Aguas son declaradas de Utilidad Pública y en 1900, el Balneario de Graena recibe un diploma acreditativo por la calidad de sus aguas en la Exposición Universal de París. Hoy en día, después de distintos proyectos de mejora, se ha convertido en un centro termal moderno, con servicios terapéuticos de primer nivel, pero mantenido su esencia histórica.

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